domingo, 20 de enero de 2008

División de los Tiempos prehistóricos.

División de los tiempos prehistóricos
Las armas y utensilios del hom­bre prehistórico, revelan modos de elaboración muy diversos. Algunos son de piedra rústicamente tallada a golpes, otros son de piedra puli­da; otros, en fin, son de cobre, bron­ce o hierro, y pertenecen, por su­puesto, a épocas más recientes. Esta diferencia de material o de artesa­nía de los utensilios, sirvió para di­vidir la Prehistoria en períodos.
1. período de la piedra tallada o paleolítico1;
2. período de la piedra pulida o neolítico3;
3. período del cobre;
4. período del bronce;
5. período del hierro.

Estos dos últimos períodos no siempre corresponden a la Prehisto­ria, pues los primeros pueblos de Oriente que emplearon la escritura, realizaron ese invento en plena épo­ca del bronce. Para ellos, pues, par­te de la edad del bronce, y toda la edad del hierro, son períodos his­tóricos.
LOS PROGRESOS DEL HOMBRE PREHISTÓRICO
Período paleolítico
El período paleolítico, o de la piedra tallada, es el más extenso de la Prehistoria. Abarca desde los orí­genes de la humanidad hasta diez mil o doce mil años antes de Cristo.
Las condiciones de la vida en aquel entonces debieron ser comple­tamente distintas de las actuales. El hombre paleolítico soportó los gran­des cambios de clima, fauna y flora producidos por la invasión de los glaciares, y debió luchar enérgica­mente para sobrevivir. Incapaz de construir por sí mismo una habita­ción, el hombre se refugió en caver­nas, en las que vivió durante milla­res de años. En estas cavernas, muy numerosas sobre todo en Francia y en España, se hallaron toda clase de restos prehistóricos, que las convier­ten para nosotros en verdaderos mu­seos sepultados.
Ninguno de los pueblos salvajes actuales nos puede dar, por compa­ración, idea de lo que fue la vida del hombre paleolítico.
Es necesario forzar la imagina­ción para concebir la situación de desamparo en que se hallaron frente a la naturaleza los primeros seres humanos, cuando para defenderse
de los animales sólo poseían sus ma­nos y eran incapaces de construir un abrigo que los protegiera contra las inclemencias del tiempo. Pero la inteligencia del hombre le permitió superar todos los obstáculos: apren­dió a utilizar el fuego, que le propor­cionó al mismo tiempo calor y de-, defensa contra los animales feroces, y aprendió también a tallar la piedra, para obtener armas y utensilios que mejoraron sus condiciones de vida.
LOS CAZADORES PALEOLÍTICOS.
Los hombres del paleolítico resolvie­ron el problema alimenticio median­te la recolección de vegetales silves­tres y la búsqueda de huevos, miel u otros productos animales; pero la principal fuente de su alimentación se la proporcionó la caza y la pesca .La lucha contra el animal esti­muló su ingenio. Para su captura ideó trampas y ardides. Pero el gran invento de aquellos cazadores primi­tivos fue el de las armas arrojadizas, especialmente el arco y la flecha, que aumentó en gran medida su ca­pacidad cazadora.
Es curioso señalar que estos rús­ticos y primitivos cazadores de la época paleolítica, poseyeron, a ve­ces, un notable instinto artístico. Así
lo acreditan pinturas de animales realizadas en algunas cavernas pa­leolíticas, que como la de los bi­sontes pintados en la cueva de Altamira, en España, son de una maestría increíble.

Período neolítico
El comienzo de este período o de la piedra pulida, fue señalado por cambios importantísimos.
Uno de ellos, el que precisamen­te da nombre a esta época, fue la manera de trabajar la piedra por el sistema del pulimento, que mejoró la calidad y forma de los utensilios. Las piedras se pulían frotándolas con arena húmeda, o por el roce persistente contra piedras más duras.
Pero, simultáneamente con la invención de la nueva técnica del pulimento, e» la época neolítica se realizaron dos progresos de vital im­portancia: la domesticación de ani­males y el cultivo de la tierra, surgiendo así los primeros grupos humanos de pueblos pastores y agri­cultores.
Por lo menos en Europa, .la ini­ciación de la época neolítica suele ubicarse en una fecha que oscila en­tre los años -10000 a -8000. En las distintas regiones del globo, su duración fue variable. En Egipto y Mesopotamia duró hasta el milenio —IV, época en que allí ya em­piezan a usarse los metales.
En cambio, en otras comarcas, la vida neolítica se prolongó todavía por muchísimo tiempo, y en algunas partes del mundo aún continúa (Brasil central, Polinesia).
De todos modos, la duración de este segundo gran período es menos extensa que la del paleolítico.
Los vestigios de la vida neolíti­ca son mucho más abundantes que los del paleolítico. Entre ellos de­ben mencionarse los restos de aldeas lacustres o palafitos, formadas por chozas construidas sobre pilotes hundidos en el lecho de los ríos o de los lagos.
Otros interesantes vestigios neolíticos son unas curiosas construcciones, en piedras enormes, llamadas dólmenes y menhires.
Los dólmenes generalmente es­tán formados por dos inmensas pie­dras que sostienen otra que reposa sobre ellas a la manera de la coro­nación de una mesa. Probablemen­te, los dólmenes fueron monumentos funerarios de piedra, que señalaban y protegían los lugares donde se en­terraba a los grandes jefes.
Los menhires son conjuntos de mojones de piedra, alineados en lar­gas filas, o en forma circular, quizás con la finalidad de señalar lugares importantes de reunión o de culto.
LA AGRICULTURA Y LA DOMESTI­CACIÓN de animales. La domesti­cación de animales y la explotación de la tierra, son dos de los más gran­des adelantos cumplidos por el hom­bre en su marcha ascendente hacia la civilización. Ambos transforma­ron profundamente la existencia humana, y proporcionaron una co­modidad de vida hasta entonces insospechada.
En un principio, el cultivo de la tierra se realizó en forma muy tosca.
Con palos puntiagudos se removía e! terreno para plantar las semillas. Pero, posteriormente, el trabajo hu­mano fue complementado con el trabajo animal y el palo fue reem­plazado por el arado de piedra, que permitió abrir surcos más profun­dos y aprovechar mejor la fecundi­dad de la tierra.
Los beneficios de la agricultura fueron múltiples. El trabajo del sue­lo transformó al cazador nómada y movedizo en labrador sedentario, o sea, como lo indica la palabra, ape­gado a una sede o lugar. Además, proporcionó al hombre nuevas solu­ciones al problema de la alimenta­ción, con la harina de los cereales, y al problema del vestido con las fi­bras de plantas como el lino, que le proveyeron de materiales para su indumentaria.
La agricultura fue también un poderoso factor de civilización, por­que al brindar al hombre más rique­za alimenticia, lo emancipó de la extenuadora lucha por la subsistencia. Entonces, éste pudo dedicar su excedente de energías a superiorizarse, tanto en la obtención de nue­vas comodidades materiales, como en el desarrollo del conocimiento y de las artes.
A su vez, la domesticación de animales fue otro gran factor de progreso económico. Los primeros animales domesticados fueron, pro­bablemente, el perro, el cerdo, la oveja, la cabra y los bovinos. El perro solamente dio su fidelidad y su vigilancia; el cerdo, su carne, la oveja y la cabra, su lana; los bovi­nos, además de la carne, su ayuda para el trabajo agrícola, arrastrando el arado, y también utilizados para el transporte, uncidos a un carro7. Esto último fue posible mediante la invención de la rueda, que data de esta época.
sedentario y pastores. La cría de animales domésticos en gran es­cala repercutió en la vida de los pueblos neolíticos de dos maneras muy distintas, según los casos.
Los sedentarios agricultores los utilizaron como complemento para su alimentación y como ayuda para la labor del campo. En cambio otros pueblos, los llamados pueblos pas­tores, se dedicaron exclusivamente a su crianza. El cuidado constante de sus rebaños fue para estos pueblos una ocupación fundamental y deter­minó en ellos una vida especial, muy distinta, por cierto, de la de los agricultores.
Como debían llevar sus anima­les de un punto a otro, en busca siempre de las regiones abundantes en pastos, estos pueblos se hicieron errantes. A diferencia de los seden­tarios agricultores, los pastores care­cieron de sede fija. No se estabiliza­ban jamás en un lugar. Si el paraje era bueno para sus rebaños, levan­taban allí sus carpas de pieles y formaban campamento provisional, hasta que la insuficiencia de los pastos los obligaba a levantar sus carpas y dirigirse a otra zona más propicia.
La oposición entre el sedentario y el nómada es, pues, radical, y con el transcurso del tiempo se hizo ca­da vez mayor. Porque mientras el primero se fue civilizando con rela­tiva rapidez, el segundo pronto al­canzó el límite máximo de sus pro­gresos y se estancó en una situación de semibarbarie. La vida agitada y ruda del nómada mantuvo siempre despierta en él la afición a la vio­lencia y a la guerra; muchas veces satisfizo esos instintos con el ataque a los sedentarios, a quienes, por ser más cultos y ricos, era muy prove­choso despojar.
Veremos en el transcurso de nuestro estudio que muchos sucesos.importantes de la historia de Oriente se explican por las luchas frecuentes entre nómadas y sedentarios.

Edad de los metales

El cobre fue el primer metal usado por los hombres. Los objetos de cobre más antiguos que se conocen han sido hallados en las tumbas egipcias correspondientes a fines del milenio -v.
Dos circunstancias explican que el cobre haya sido el primer metal conquistado por el hombre: su ma­leabilidad y el encontrársele a veces puro, es decir, naturalmente sepa­rado de otros minerales. Pero cuan­do la demanda creciente dificultó la adquisición de cobre puro, hubo que recurrir para obtenerlo a los yaci­mientos donde se le encontraba mezclado con otros minerales. El hombre tuvo entonces la ingeniosa idea de emplear el fuego para extraerlo y aislarlo.
Así comenzó la metalurgia otra de las grandes invenciones que am­plió las posibilidades materiales de la humanidad.
En efecto, el conocimiento de la fusión del metal por el fuego, unido al empleo de moldes de arcilla, per­mitió producir en gran escala los objetos deseados. Los moldes hicie­ron con rapidez lo que antes reque­ría el esfuerzo paciente y tenaz de las manos humanas.
La excesiva maleabilidad del co­bre impedía usarlo en la confección de instrumentos verdaderamente re­sistentes. Este inconveniente fue subsanado cuando algún inventor desconocido lo mezcló con estaño: así apareció el bronce, de mayor dureza.
Los pueblos trabajadores del bronce adquirieron una gran superioridad guerrera, pues este metal sirvió para mejorar las armas. Así' el cuchillo primitivo se alargó trans­formándose en una verdadera espa­da con mayor poder ofensivo, y tam­bién se emplearon nuevas armas defensivas, como el casco y la co­raza.
En Egipto y Mesopotamia, la edad del bronce duró alrededor de dos mil años, desde el milenio -IV hasta mediados del milenio -II, en que un nuevo metal, el hierro, desplazó gradualmente el uso del bronce.

PERÍODO DEL HIERRO. La intro­ducción del hierro se produjo, por lo tanto, en una época muy poste­rior, y cuando ya en Oriente se ha­bían desarrollado grandes imperios, como el egipcio, en el valle del Nilo, y el de Babilonia, en Mesopotamia, y hacía ya muchos siglos que en ellos se conocía el uso de la es­critura.
El período del hierro constituye, pues, un capítulo relativamente tar­dío de la historia de los pueblos de Oriente, capítulo de suma importan­cia por cuanto la difusión de ese metal es un acontecimiento vincula­do a grandes movimientos invasores de pueblos (hititas, kasitas, hicsos), que conquistaron los pueblos existentes.
Posiblemente, el uso el hierro, cuyas cualidades les aseguraba la preeminencia sobre el resto de los metales, se extendió por Europa más o menos en esta misma época (- 1.700 a – 1.000).

3 comentarios:

roberto dijo...

claudia herrera: aprendi cosas que no savia de la historia como del paleolitico,neolitico aprendi como los hombres cazaban a los animales y entendi la historia antigua mejor de como me la savia.

valeria guerra: aprendi cosas de la historia y loentendi mejor de como espresaba en las clases supe como vivian en la epoca antigua y como cazavan y su cultura.

roberto dijo...

a nosotras nos paresio muy interasante el tema.esta vez entendimos mas la historia.nos gustaria aprender asi en clases.nos sirvio de mucho entender que es la prehistoria y sus etapas.atentamente nayaret y fernanda.

roberto dijo...

nos parecio interesante y educativo nos va a servir para hacer las tareas nos acordamos de cosas que se nos habian pasado de largo

karina.natacha.boris